miércoles, 1 de mayo de 2013

Gotas de Júpiter

Dime, ¿me recordaste mientras te buscabas a ti misma ahí fuera?

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¡Hola! Hace un montón que no me paso por aquí, pero bueno, la verdad es que no quiero hablaros precisamente de los motivos por los que he dejado de escribir, e incluso de conectarme a internet. La cuestión es que ya he vuelto a la carga, y espero que por un largo periodo de tiempo.

No sé muy bien por donde empezar, solo puedo deciros que la primera reflexión que se me ocurre haceros es que en la vida se cometen muchos errores. Te enamoras, te dejas llevar, les das tu cariño y tu confianza a las personas equivocadas, y esta gente (si es que se la puede llamar así) te repatea las entrañas y te las retuerce, les importas una caca, ¿qué más les da que, con 19 años, te tomes 5 pastillas para la depresión y apenas puedas dormir?

No quiero que os penséis que me gusta darle pena a la gente y les voy contando a todos mis problemas, esto solo lo saben mis familiares más próximos, que al fin y al cabo son a quienes les importo, y ya me lo han demostrado. Con esto, yo ya soy feliz. No pido nada más. Iba en contra de mi naturaleza sentir rabia debido al daño que me hacía la gente, y como el pez que se muerde la cola, terminé empeorando las heridas y la depresión, y la ansiedad que llevaba encima.

A la gente que me ha hecho daño, decir que, seguramente, yo les habré hecho daño a ellos, y aunque eso no justifica su comportamiento, seguramente tampoco justifica el mío. Siguiendo esa manera de pensar, a la única conclusión a la que puedo llegar es que las personas somos imperfectas, y como he dicho en al principio, cometemos errores, nos enamoramos, nos dejamos llevar, y les damos cariño y confianza a las personas equivocadas, solo por poner algunos ejemplos. El dolor que a mí me han causado, ya lo he perdonado, y si ellos quieren vivir teniéndome rabia, eso no entra dentro de lo que yo puedo evitar, o dicho más claro, dentro de lo que es mi problema.

Soy como soy y soy quien soy. Por ejemplo, no puedo cambiar que me guste la Bella y la Bestia teniendo diecinueve tacos, ni que prefiera pasar tiempo con mi madre a tener amigos o novio o cosas por el estilo (y con ello no critico a las personas de mi edad que pueden tener todo eso, es más, los admiro, porque yo por mi parte soy incapaz de tener una relación normal con el 99,9% de la gente de mi edad). Muchos me llaman anticuada, pero es que aunque trate de ocultarlo, he sido así toda mi vida, y me siento orgullosa. Lamento que a mucha gente no le guste, pero por otro lado sé que a las personas que me quieren de verdad justamente les gusta mucho esa parte de mí.

Sé que al leer esto habrá quien piense que soy prácticamente una monja de clausura, y a vosotros precisamente os digo, que os dejéis de preocupar tanto por el que dirán y por las apariencias. Yo siempre decía que me daba igual lo que pensaran de mí, y en el fondo sé que no era así, porque intentaba encajar en unos ambientes y con unas compañías que no me gustaban en realidad. Con esto no digo que sean malas personas, si no que teníamos intereses completamente distintos. Sé que cuando uno es joven es difícil juzgar las cosas con cabeza fría, pero me he dado cuenta de que la felicidad no depende de ser fiel a lo que se lleva, a las modas, o hablando claro, a si te vas o no de botellón. Depende de serte fiel a ti mismo, es decir, a quererte lo suficiente como para elegir lo que te gusta de corazón.

Yo no me quería, así que me lié con personas que tampoco me querían. Y después me arrepentí mucho porque se aprovecharon de mí en muchos, muchos sentidos. Pensaba que "eso" era amor, pero... ¿Cómo va a ser amor una relación en la que te pisotean siguiendo el principio del "yo primero"? A día de hoy siento mucha pena por esa persona a la que me estoy refiriendo, y me cuesta esfuerzo perdonar, pero lo hago porque quiero ser feliz. Y también porque todo el mundo se merece todas las oportunidades que pida, aunque sean demasiadas, eso sí, yo perdono, pero tengo derecho a elegir a quien quiero o no en mi vida, y a esa persona la quiero muy lejos de mi lado.

PD. ¡Pronto me mudo, que ilusión!

- Gem

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